Black is Beltza: Para combativos amantes de la animación política.
Dirección: Fermín Muguruza
Reparto: Documental
Título en V.O: Black is Beltza
Nacionalidad: España Año: 2018 Fecha de estreno: 05-10-2018 Género: Animación Color o en B/N: Color Guión: Harkaitz Cano, Fermín Muguruza, Eduard Solà
Sinopsis: Octubre de 1965. La comparsa de gigantes de Pamplona, imagen típica de las fiestas de San Fermín, es invitada a desfilar en la Quinta Avenida de Nueva York. Pero no todos podrán salir: debido a la discriminación racial, las autoridades norteamericanas prohiben la participación de los dos gigantes negros. A partir de este hecho real, “Black is Beltza” narra la historia de Manex, el mozo encargado de portar a uno de los gigantes. Abocado a un largo e inesperado viaje, Manex será testigo de acontecimientos claves de la historia: los disturbios raciales derivados del asesinato de Malcolm X, las excentricidades de los personajes de The Factory, la alianza entre los servicios secretos cubanos y los Black Panthers, y la psicodelia proto-hippie de los primeros festivales de música.
[Fotogramas] Entre el cine social (su mensaje contra la censura y la intolerancia sigue, desafortunadamente, tan o más vigente que hace 53 años) y las crónicas urbanas y periodísticas de Tom Wolfe o Hunter S. Thompson, esta versión en animación de una celebrada novela gráfica, recorre con pulso scorseseiano unas malas calles neoyorquinas que, por gracia de las coincidencias y licencias poéticas (o no tanto) acaban configurando uno de esos frescos históricos que habrían encantado a E. L. Doctorow.
La excusa es la, contestada y prohibida, presencia de dos gigantes negros de la comparsa de Pamplona en un desfile por la Quinta Avenida de Nueva York. Mediante un juego de historias cruzadas y plano-secuencia emocional cinema verité, el film de Fermín Muguruza (que de choques con la intolerancia sabe algo) no deja de ser, en el fondo, como Handia: una fábula (con gigantes, para mayor coincidencia) donde personas normales e inocentes descubren un reino, un mundo, que bajo sus deslumbrantes reflejos y promesas de El Dorado, esconde miseria moral. La que esos Estados Unidos de los años 60, enterrado ya JFK, ocultaba bajo la alfombra de los felices y desarrollistas años 60 los conflictos y revueltas raciales y la guerra de Vietnam. Una Nueva York recorrida por apariciones de mitos como Malcolm X, Mohamed Ali, el Che Guevara o el genial músico Otis Reding. Una Gran Manzana que no dejaba de ser como la España del franquismo sacando pecho por el turismo y los Planes de Desarrollo.
Además de un notable ejercicio en el campo de los dibujos animados, y de un recordatorio de que muchas cosas siguen tan mal como hace más de medio siglo, Black is Beltza es la película que a Spike Lee le habría encantado haber hecho.