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Black is Beltza

Fermin Muguruza: “Ainhoa’ no la podría haber hecho un director de cine que no fuera músico”

Deia ➝ El éxito vuelve a sonreír al músico y cineasta euskaldun Fermin Muguruza, que esta semana adelanta el estreno de su película de animación Black is beltza: Ainhoa en Zinemaldia. El exlíder de Kortatu y Negu Gorriak ha logrado vender todas las entradas de su proyección en una gran pantalla en el Velódromo de Anoeta para 3.000 personas. La película, que contará de nuevo con su cómic correspondiente y cuya ecléctica e interesante banda sonora está ya a la venta, llegará a los cines del Estado el 30 de este mes antes de su desembarco en Argentina y Francia. “Ainhoa no la podría haber hecho un director de cine que no fuera músico”, explica el músico y activista en esta entrevista, en la que destaca “el aporte feminista” de su película, que no deja de ser un homenaje a su hermano fallecido y también músico Iñigo.

La primera película de ‘Black is beltza’ estaba en su mente desde el principio del proyecto transmedia. ¿Cómo se ha llegado a esta segunda parte, cuál fue el germen?

—Desde el lanzamiento de la primera parte en cómic, en el 2014, y aún con la incertidumbre de saber si podríamos llevar esa primera parte a la gran pantalla, yo ya tenía en la cabeza que algún día me gustaría contar la historia de Ainhoa, y aquí está, ocho años después.

¿Qué cuenta en ella? La protagonista es Ainhoa, la hija de Manex, el protagonista de la primera. Creo que da el salto a Europa y Asia desde Latinoamérica, ¿verdad?

—Es la hija de Manex y Amanda. Esta última muere en atentado parapolicial en La Paz, el mismo día que matan al Che Guevara, dando a entender que estaba haciendo labores logísticas de apoyo a la guerrilla en Bolivia. Ainhoa viajará a Euskadi a visitar la tierra de su padre, y de ahí viajará con una amiga vasca al Líbano, Afganistán, Turquía y Kurdistán, hasta llegar a la ciudad de Marsella, donde tendrá el desenlace toda la historia.

Y, como en la primera, le pasará de todo. No le dará usted tregua, seguro.

—Efectivamente. Ainhoa va con el machete en alto por la vida.

El antecedente estaba planteado como un mensaje claro de denuncia del racismo y la defensa de la multiculturalidad. ¿‘Ainhoa’ incorpora alguna lucha nueva?

—La interseccionalidad de las luchas sigue presente, pero en Ainhoa el aporte feminista está en primer plano.

Recuerdo aquel lejano “ni un paso atrás ni para tomar impulso” que defendía Kortatu. El ser humano es tan cafre que parece que no avanzamos demasiado ¿no cree?

—Algunos avances y conquistas que costaron mucho trabajo conseguirlas hay que seguir defendiéndolas como si de una barricada se tratase; de ahí el “ni un paso atrás”. En cuanto a lo de avanzar, creo que ha habido momentos más interesantes en la historia de la humanidad, pero no soy un derrotista pasivo.

¿Activista cultural, social, político…? ¿Un poco de todo?

—Estamos atravesados por el contexto, y o todas las luchas confluyen o sectorialmente tienen un sentido cortoplacista.

¿Aún cree en la Revolución, así, con mayúsculas, o en cambiar las cosas desde nuestro ámbito personal y más cercano?

—No soy religioso, por lo tanto no tengo una creencia, pero el colapso de la sociedad de mercado está cada vez mas cerca, y o se comienzan a intervenir ya la sanidad, la energía, la banca… o el fin del género humano tiene fecha.

¿Cantaría hoy ‘Nicaragua Sandinista’ ante la deriva actual del presidente Ortega?

—Sí, de hecho aparece dos veces en el filme, ambientado en el año 1988: una versionada por la Broken Brothers Brass Band y otra la original del Azken guda dantza, el disco en directo de Kortatu, en 1988. La Revolución Sandinista fue uno de los hechos más hermosos del pasado siglo, y el devenir de algunos de sus dirigentes no puede hacernos avergonzar de lo conseguido. Como decía un cartel cuando por la guerra perdieron las elecciones en 1989: “La construcción de un mundo nuevo se detuvo por un instante”. ¡Ah! Y gritar: “Despierta, dispara, un gringo en tu casa” eso sigue siendo catártico.

Vuelve a contar con un plantel de lujo de actores y actrices para poner las voces a sus personajes de animación, entre ellos Itziar Ituño, Eneko Sagardoy, Ariadna Gil, Antonio de la Torre… ¿Ha encontrado alguna dificultad en el caso de los actores/actrices estatales?

—Los actores y actrices forman parte históricamente de una comunidad muy insubordinada, de una farándula que siempre ha sido incómoda para el poder. Ya en 2007 colaboró en un disco mío Rossy de Palma, y siempre he encontrado en este colectivo un gran apoyo. En la anterior película, hace cuatro años tuve a Emma Suárez, Óscar Jaenada, Rossy… y en esta los nombres que has mencionado.

¿Le ha costado económicamente levantar esta película tanto como la primera o el éxito logrado en medio mundo le ha proporcionado más facilidades para sacar adelante el proyecto?

—Fui un poco iluso, pensaba que algunas de las puertas que siempre estaban cerradas para mí, se abrirían; pero no. Una vez más, ni el ICAA ni TVE han querido saber nada de este nuevo proyecto, según TVE por no encajar en la línea editorial.

A partir de Zinemaldia, a ‘Ainhoa’ le espera un viaje imparable en cines, estrenos en varios países…

—Sí, el tener todo vendido para el Velódromo en el Zinemaldia nos coloca en una buena posición para la salida en cines del Estado el 30 de septiembre. Haremos algunos preestrenos en Valencia, Madrid y Barcelona, y esperemos que la gente nos apoye, pues si el primer fin de semana flojea, en la segunda semana desaparece de la cartelera.

¿Se verá en Netflix u alguna otra plataforma?

—Las plataformas tienen dos líneas de trabajo: la primera es la producción propia y la segunda es licenciar películas que les parecen interesantes, y para estas segundas, tienes que esperar hasta medio año después del estreno para que te digan algo.

Creo que está previsto que también vaya acompañada por el correspondiente cómic.

—Sí, el cómic dibujado esta vez por la increíble Susanna Martín, saldrá el 6 de octubre en euskera, castellano, catalán y gallego.

Hablemos de música y, por tanto, de la banda sonora de la película. Parece un personaje más y resulta tan necesaria como en la precedente. Vuelve a incluir diálogos, como las de Tarantino.

—La banda sonora incluye diálogos, como hicieran ya en la referencial para mí BSO de Apocalypse now de Coppola, en Ghost Dog de Jim Jarmusch, o como has dicho, las bandas sonoras de Quentin Tarantino.

Aparece mucha banda y músicos insurgentes de países como Afganistán, Palestina o Líbano o Cuba, pero existe también una gran representación vasca: Barricada, RIP, Imanol, Laboa, los propios Kortatu… Es una referencia muy personal y autobiográfica, creo que para homenajear a Iñigo ¿no?

—La sombra de Iñigo planea por toda la película, e incluso aparece animado y hablando con la voz de Gorka Otxoa. Su corazón late por todo el metraje.

Maite ‘Mursego’ es la autora de la música original?

—Primero leyó el guion, después vio la película en estado embrionario y fue viendo la evolución de las animaciones, pero este proceso fue siempre acompañado de muchas charlas sobre cine, música cinematográfica, qué BSOs me gustaban a mí y a ella, donde coincidíamos, lo que queríamos transmitir a través de los sonidos…

¿Y qué hay de la música? ¿Sigue considerándose un músico que hace cine?

—Esta película no la podría haber hecho un director de cine, si este no fuera músico.

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Black is Beltza

[Elkarrizketa] «‘Black is Beltza II. Ainhoa’ es muy vital, es para verla de pie y cantarla»

Fundador de Kortatu, Negu Gorriak y Kontrabanda, Fermin Muguruza debutó como director de documentales con ‘Bass-que Culture’ (2006). En 2018, estrenó ‘Black is Beltza’ y el Velódromo donostiarra acogerá, este viernes 23 de setiembre, el estreno en Zinemaldia de ‘Black is Beltza II. Ainhoa’.

Naiz ➝ Fermin Muguruza convertirá este viernes el Velódromo en epicentro de Zinemaldia con el estreno de ‘Black is Beltza II. Ainhoa’, un evento festivo y espoleado por las insurgentes secuencias animadas que nos invitan a retornar a un pasado doloroso, vital y combativo.

En esta segunda experiencia transmedia del director de Irun, nos topamos con Ainhoa, hija de Manex –protagonista de la primera entrega– en un viaje frenético que explosionará en una pantalla monumental para disfrute de un recinto que estará abarrotado. Para pulsar las horas previas a lo que cobrará forma a partir de las 20.00, concertamos un encuentro con un Fermin Muguruza que confiesa estar «muy expectante, nervioso y con muchas ganas de compartir y disfrutar este proyecto con la gente».

​¿Qué sensaciones tuvo cuando le confirmaron que todo el billetaje para acudir al Velódromo estaba vendido?

Fue una anécdota muy bonita. El pistoletazo de salida de este proyecto tuvo lugar en el mismo punto donde lo dejamos con la película anterior, en el Animadeba, el festival de cine de animación que se celebra en Deba. Deba supuso el epílogo a la gira mundial que hicimos con la primera ‘Black is Beltza’ y el prólogo de ‘Ainhoa’. Allí nos enteramos que ya no quedaban entradas cuando desde Zinemaldia nos advirtieron que tan solo quedaban cuarenta. Nos dio un subidón increíble. Eso ocurrió el 7 de setiembre y al día siguiente desfilamos con la compañía Jaizkibel. En aquel acto cargado de empoderamiento, festivo e intenso, la mayoría de los comentarios coincidían en recordarme la desilusión que les producía no haber podido acceder a una entrada. En dos días se habían vendido la mitad del aforo y en Zinemaldia estaban flipando con la respuesta que estaba teniendo la película. Nuestra campaña de promoción comenzó desde tiempo atrás y como si se tratara de un concierto. No solo para mí, sino que para mucha gente, el estreno en el Velódromo de ‘Ainhoa’ tiene un fuerte componente simbólico, porque en él tuvo lugar la despedida de Negu Gorriak.

​¿Son similares las pulsaciones a las que sintió en aquel último concierto de Negu Gorriak?

Son sensaciones muy diferentes. Para empezar, este mundo ya no es el mismo, ha pasado mucho tiempo y ya no tengo a Iñigo a mi lado. Aquella noche con Negu Gorriak todo era euforia. Era celebración. Ahora albergo sensaciones muy similares a las que sentí cuando presentamos hace varios días la banda sonora de la película. Estuvimos rodeados de todos los músicos que habían participado en ella y acudieron amigos como Txerra, de los RIP, o Mursego. También estaba MrZe, quien pintó un mural de ‘Ainhoa’ en directo mientras ocurría todo esto. Fue algo muy emocionante, no había manera de frenar las emociones de quienes habíamos estado tan cerca de Iñigo. Con esto te quiero decir que voy preparado para cualquier cosa, pero estoy seguro de que llegará un momento en el que nos romperemos y daremos rienda suelta a las lágrimas o a lo que podamos sentir. Es verdad que las sensaciones son muy distintas pero, a la vez, tienen muchos elementos en común, porque volvemos a hacer una celebración de la vida. Y poder estar nosotros con esta película es una victoria para la libertad de expresión. Mucha gente que estuvo aquella noche en el Velódromo con Negu Gorriak repite ahora en este evento.

​No se va a proyectar en una pantalla cualquiera.

Eso es verdad. Un concierto tiene otro tipo de vibraciones, sobre desde el escenario recibes de manera directa ese calor y complicidad por parte de la gente. Tú se lo das y el público te lo devuelve. ‘Ainhoa’ se va a proyectar en una pantalla enorme de 400 metros cuadrados y eso, soy consciente, nos va a transmitir una energía enorme. También es verdad que la película es muy musical y hay un momento en ella en el que aparece el ‘Azken guda dantza’ y, supongo, que parte del público no se va a quedar callado. Es algo que me dijo Xanti Salvador, responsable de que la película atruene en formato de 5.1: «Es una película para verla como si fuéramos a un concierto. Es para verla de pie, para cantarla».

​‘Black is Beltza II. Ainhoa’ también es un documento histórico en torno a un pasado no muy lejano. Algunos de los protagonistas reales de este periodo estarán presentes en esta cita.

Vamos a estar cincuenta personas bajo esa pantalla gigantesca, presentando la película y saludando a la gente. En realidad, estarán más, si sumamos a las 150 personas que nos acompañarán entre bambalinas y que conforman el equipo que ha hecho posible esta película. Hasta última hora sigo confirmando las visitas de personas como Salu [Jabier Salutregi], el último director de ‘Egin’, con el que coincidí cuando trabajé en ‘Egin Irratia’. Para mí sería una presencia muy importante, porque incluso escribió algunas líneas del guion cuando se lo envié hace un par de años.

También nos acompañarán Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea. Por supuesto, también estarán mis compañeros de Negu Gorriak. Todos ellos han estado atravesados por el contexto en el que se desarrolla el filme y hasta este 2022: lucha armada, terrorismo de Estado, la introducción de la heroína en nuestras calles… todo ese tipo de cuestiones tan cercanas a nuestro pueblo y que en rara ocasión son tratadas desde un discurso diferente, pero que están presentes en ‘Ainhoa’. El otro día me comentó Ramón Agirre que «lamentablemente, en el audiovisual, todo lo que sale en formatos de ficción –salvo ‘Lasa y Zabala’– es contado desde un único punto de vista’, una postura que Agirre definió como «Plato oficial».

A este ambiente festivo también se le ha añadido un precalentamiento que tendrá lugar antes de la proyección.

Vamos preparados para cualquier cosa [ríe]. A eso de las 18.00 estarán, fuera del Velódromo, la Broken Brothers Brass Band animando al personal y a ello se sumarán diversas barras en clave cooperativa. Vamos, que la gente puede entrar a la proyección con el ‘ánimo’ de un concierto.

​¿Qué nos puede avanzar sobre la presencia de los invitados que acudirán al estreno del Velódromo?

Al igual que en mi proyecto anterior, son intérpretes que se han involucrado mucho y los que les estoy muy agradecidos. El caso de Antonio de la Torre es, tal vez, el más curioso. Yo no le conocía de nada y cuando coincidimos en el Festival de Marsella él vio allí un tráiler de ‘Black is Beltza’ y me dijo: «Oye, para la próxima película me llamas». Cuando le envié el guion para que viera en que fregado se estaba metiendo, no dudó en embarcarse. Hay que tener presente el esfuerzo que realizaron.

En el caso de Antonio de la Torre logramos que tuviera un hueco, hablamos con los de Elkar y, cuando le dijimos que teníamos el sitio preparado, cogió un avión por la mañana, grabó sus secuencias y volvió a coger un avión el mismo día de regreso a Madrid. Pero es que ahora, llega en un avión a primera hora de la mañana, acude a la presentación y, al día siguiente, a las seis de la mañana, se va a Bilbo y coge un avión que lo lleva a Valencia, donde está haciendo una obra de teatro. Él nos dejó muy claro que quería venir y estar con nosotros. Cada vez que hacemos algo relacionado con la película, se lo enviamos y él está encantado porque según dice: «Es como volver al cine artesano. Es hacer cine con la gente, en comunidad».

​El caso de Ariadna Gil también es muy particular.

Así es. Ella también está muy ilusionada. Quería venir con su compañero, Viggo Mortensen… Bueno, ahora te lo puedo contar. Se emocionaron tanto que, como le dieron el Premio Donostia a David Cronenberg, se quiso que hubiese sido él quien le entregase el premio. Al final le salió un proyecto y no ha podido venir, pero Ariadna Gil sí estará. Mucha gente igual no sabe que ella está muy involucrada en el movimiento independentista catalán y que su padre es un abogado famosísimo, August Gil Matamala. También te puedo decir que Darco Peric también estará con nosotros y que prolongará su presencia en Euskal Herria unos días porque quiere conocerla bien.

Jatorrizko berria irakurri

Black is Beltza

‘Black is Beltza II: Ainhoa’, kriston martxa dabil!

Arainfo ➝ Fermin Muguruza regresa a las pantallas de cine con la segunda parte de la exitosa ‘Black is Beltza’. El estreno, este viernes dentro del Zinemaldia, será en un escenario inmejorable, donde asistimos hace 21 años a la celebración de la victoria judicial de Negu Gorriak sobre el general Galindo. El 30 de septiembre el filme llegará a las salas, esperando que se sumen las aragonesas.

La espera casi ha terminado. Este viernes, 23 de septiembre, el Velódromo de Anoeta acogerá el estreno mundial de ‘Black is Beltza II: Ainhoa’, el segundo largometraje de animación del polifacético artista vasco Fermin Muguruza. El escenario no podría ser mejor. El mismo lugar donde en 2001, cinco años después de su despedida, Negu Gorriak volvía a los escenarios para celebrar junto a miles de personas su victoria judicial sobre el general Rodríguez Galindo con dos conciertos históricos en los que triunfó la libertad de expresión.

Ahora como realizador, Muguruza regresa a este recinto, que tan buenos recuerdos guarda, dentro de la programación del Zinemaldia, en la víspera de la clausura de la 70 edición del Festival Internacional de Cine de Donostia. Un estreno que está generando mucha ilusión y que promete ser también histórico. Ya se han vendido todas las entradas, nada menos que 3.000. Para algo tan especial, había que ir a lo grande. ‘Black is Beltza II: Ainhoa’ se proyectará en una pantalla gigante de 400 metros cuadrados. Esto será a las 20.00 horas. Pero la cita, ideada como una gran fiesta, comenzará antes, a las 18.00 horas, con la actuación de la Broken Brothers Brass Band, el combo que ya animó el estreno de ‘Black is Beltza’ en 2018 en el mismo festival.

Una semana después, el viernes 30 de septiembre, llegará a los cines. Es más que posible que podamos verla en Aragón, en alguna sala de Zaragoza. Sin embargo, a día de hoy no hay confirmación oficial. Ya pasó hace cuatro años. En aquella ocasión ‘Black is Beltza’ estuvo solo dos efímeras semanas en la cartelera aragonesa. El rotundo éxito en los más de 40 festivales internacionales de la primera entrega, incluida en el catálogo de Netflix como la única producción de animación de Euskal Herria y el Estado español, y la expectación de esta segunda, impulsada por la visibilidad que da el Zinemaldia, debería animar a promotoras y salas aragonesas a proyectarla. Rompiendo de una vez por todas cualquier tipo de prejuicio.

“Es hora de buscar la verdad”

La segunda parte de la saga ‘Black is Beltza’ arranca 21 años después, en 1988, con Ainhoa, la hija de los dos primeros personajes principales, Amanda y Manex, como “protagonista absoluta de la historia”. Muguruza ha querido dar así un “giro de timón inesperado”. El final de la primera entrega “dejaba abierta la posibilidad de continuación a una serie de aventuras con el mismo personaje, Manex, mezcla de pirata y justiciero romántico. La tentación era clara con un 1968 a la vuelta de la esquina y unos jugosos años 70. Pero si algo ha caracterizado mi carrera, ha sido la ruptura”, afirma.

“Amanda, mi madre, la asesinaron en Bolivia estando embarazada de mi. Manex, mi padre, lo hicieron desaparecer en Nicaragua. Es el año 1988. Me llamo Ainhoa y estoy a punto de cumplir 21. Es hora de buscar la verdad. Y también de ajustar cuentas”. Esta es la premisa. A partir de aquí, Ainhoa, armada con una cámara fotográfica, regalo de su padre, comenzará un nuevo viaje iniciático, desde La Habana a Iruñea, Marsella, Beirut o Kabul, siendo testigo “del estado de las cosas de los últimos estertores de la Guerra Fría”.

Decía Jean-Luc Godard que el cine son 24 verdades por segundo. En ‘Black is Beltza II’, a través de la mirada de Ainhoa “observaremos los conflictos que marcaron el ocaso de una década y lo que algunos denominaron el fin de la historia”. “Se ha hablado mucho de los 80, se ha llegado hasta la mitificación de aquella década, aunque fueran también años de plomo. Y es que en muchas ocasiones, no se pone en perspectiva su crudeza”, subraya Muguruza.

La escritura de guion

Si algo sale bien a la primera, mejor no tocarlo. Por eso, repiten la experiencia con el guion escrito por las mismas cuatro manos: Harkaitz Cano y el propio Fermin. En esta ocasión han sumado el talento de Isa Campo, guionista, productora y directora de cine, ganadora junto a Isaki Lacuesta de dos Conchas de Oro por ‘Los pasos dobles’ y ‘Entre dos aguas’. “Isa Campo se ha encargado de vehiculizar la trama a través de las emociones, buscando un punto de thriller muy de personajes, pero a su vez muy realista. Los protagonistas adquieren así varios niveles: lo que dicen, lo que piensan, los autoengaños, lo que saben, lo que desconocen y lo que callan”, explica el director.

Una vez más, la documentación de la época ha sido “exhaustiva”. La diferencia ahora es que todo va impregnado de las vivencias personales de Fermin Muguruza, que tenía 25 años en 1988, una fecha importante para él, cuando tuvo lugar el mítico ‘Azken Guda Dantza’ de Kortatu, la que fue su primera banda. Un momento que queda reflejado en la película. “La intensidad con la que vivimos esos años contrastaba con la muerte prematura como invitada siniestra. En el País Vasco poseíamos el combinado perfecto: atentados de ETA, la guerra sucia, la represión, la entrada masiva de heroína de gran calidad, la amenaza del SIDA”, recuerda.

Todo el proceso creativo de ‘Black is Beltza II’ coincidió con un episodio muy doloroso, la muerte de su hermano Iñigo a los 54 años, en septiembre de 2019. “Me dejó destrozado, pero también me sirvió de motivación para hacer esta película como una especie de homenaje a él”, rememora Fermin. Este hecho le impulsó a reflexionar “sobre la generación de músicos con los que Kortatu compartimos escenario entonces. Ninguno de estos grupos tenía a todos sus miembros vivos. La Polla Records perdió a su batería por un paro cardíaco, Gavilán (Tijuana in Blue) se suicidó, y los músicos de otras bandas fueron furibundamente atacados por la heroína o el SIDA. Cicatriz, la banda con la que más actuamos, perdió a sus cuatro miembros; Eskorbuto a dos de tres; RIP a tres de cuatro; Vulpess a su baterista; Vómito a su cantante y mi mejor amigo desde la escuela, Biktor Pérez”.

Aquellos años de “vida y muerte” encendieron las alarmas. “¿Fue aquella entrada masiva de heroína planificada por los aparatos del Estado para desmovilizar a una juventud rebelde y combativa? ¿Quién más estaba implicado en aquella estrategia política y su consecuente lucro? ¿Cuáles eran las rutas de narcotráfico que utilizaban? ¿En qué más partes del mundo se dio este fenómeno y por qué? Las discusiones sobre estas cuestiones siguen siendo encendidas y ‘Black is Beltza II: Ainhoa’ dará que hablar con su aportación a este debate”, asegura Muguruza.

Un proyecto de ocho años ante el público

Aunque se llevaba gestando desde más atrás, el proyecto transmedia ‘Black is Beltza’ se ha ido desarrollando ante el público durante los últimos ocho años. En 2014, se presenta la novela gráfica. En 2018, llega el éxito de la primera película. Ahora, otros cuatro años más tarde, con el mismo presupuesto que el anterior, Muguruza y su equipo han conseguido “pegar un salto de calidad muy potente” en ‘Black is Beltza II’, cinta coproducida por Talka Records, Lagarto Films y Draftoon Studio.

Al igual que con la primera, han contado con un reparto de lujo. Itziar Ituño, Antonio de la Torre, Ariadna Gil, Darko Peric, Eneko Sagardoy, Ramon Agirre, Jon Plazaola, Mikel Losada, Manex Fuchs o un emocionado Gorka Otxoa -que se convierte en Iñigo Muguruza- dan vida a los personajes que transitan junto a Ainhoa, a la que pone voz Maria Cruickshank.

La nueva película se complementa con un cómic, creado por la artista catalana Susanna Martín, que se publicará el 6 de octubre en cuatro idiomas, euskara, catalán, galego y castellano, por las editoriales Elkar, Pol-Len, Demo y Reservoir Books, respectivamente.

La música, piedra angular

Capítulo aparte merece la música, esencial en la vida de Fermin Muguruza. En ‘Black is Beltza II’ recupera algunos de los temas que han coreado infinidad de veces varias generaciones. “Terrorismo policial” de los RIP, “Botes de humo” de Cicatriz, “Barrio conflictivo” de Barricada, se funden con un puñado de canciones de Kortatu: “Zu atrapatu arte”, “After-Boltxebike”, “Etxerat”, “Ehun ginen”, “Nicaragua Sandinista”. Hasta su mítico “Sarri, Sarri”, escrito en 1985 tras la fuga de Iñaki Pikabea, ‘Piti’, y Joseba Sarrionandia, ‘Sarri’, -que tiene un “cameo” en el filme-, con el que arranca el primer tráiler, y cuyo estribillo -“Kriston martxa dabil!”- deja clara la actitud de la cinta.

Estos clásicos del punk, junto a los autores vascos Mikel Laboa, Joseba Tapia e Imanol, la banda inglesa Redskins, los irlandeses The Pogues, y voces como la del cubano Benny Moré, la palestina Amal Murkus, la libanesa Tania Saleh, la afgana Wajiha Rastabat y la vocalista pashto Bakht Zamina, tejen una banda sonora diversa, de una treintena de canciones, que da color al viaje de Ainhoa. Por su parte, Maite Arroitajauregi ‘Mursego’, ganadora de un Goya por su trabajo en ‘Akelarre’ junto a Arantzazu Calleja, firma la música original.

Para ir abriendo boca al ansiado estreno de ‘Black is Beltza II’, la banda sonora salió a la venta el 16 de septiembre en un cuidado y elegante doble LP, además de en CD y formato digital. Un emocionante homenaje a aquella época, y a los que no están.

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“Black is beltza II: Ainhoa pelikulan gure historia gure ikuspegietatik kontatu dugu, sentitzen dugunetik”

eitb ➝ Zinemaldian estreinatuko diren filmen artean, euskarazko bat izan da ikusmira gehien sortu duena, “Black is beltza II: Ainhoa”.  Honi buruz argibide gehiago lortze aldera, Fermin Muguruzarekin izan gara, filmaren zuzendariarekin. 👉 Elkarrizketa osoa Nahieranen